Como ya os hemos contado en numerosas ocasiones, en En Clave de Indie somos muy fans de todo lo que hacen desde la plataforma cultural Intrépida. Creemos firmemente que su trabajo por la cultura es mucho más que necesario en los tiempos que corren, por eso no dudamos en apoyar y acudir en la medida de lo posible a todas sus iniciativas. Una de las últimas que están llevando a cabo son las Sesiones Intrépidas, por las que ya han pasado grupos y artistas de calidad como Mamita Papaya, Eva McBel, SeñorNadye, Pablo Pedraza o Quinto Elemento.
Esta bonita iniciativa llevada a cabo por nuestros amigos de Intrépida en colaboración con la Asociación MADCulture tiene el objetivo de aunar y difundir la cultura en todas sus vertientes, ya que además de los conciertos, podemos encontrarnos con exposiciones y otras expresiones artísticas de todo tipo. Además, también pretende fomentar la música en Madrid, dando oportunidades a nuevos grupos y artistas, así como descubrir diferentes espacios de la ciudad, ya que cada «Sesión Intrépida» se celebra en un lugar diferente, por lo general espacios culturales o relacionados con la cultura.
Ahora que ya os hemos puesto un poco en situación, los protagonistas de esta última, a la que nosotros asistimos, fueron dos bandas de las que os hemos hablado anteriormente en el blog y con las que tuvimos un flechazo musical nada más conocerlas, Young Forest y The Clods Band. Dos bandas aparentemente opuestas pero con algo en común, la calidad y el buen hacer de sus canciones, y es que son capaces de crear atmósferas únicas en sus temas con las que es fácil sentirse identificado. Además, que el sitio se prestaba mucho a ello, en esta ocasión el sitio elegido fue NAVEL ART, un espacio multidisciplinar situado en el Paseo de Los Meláncolicos, 9, muy cerca de la mítica sala La Riviera y del centro de la ciudad.
Pero empecemos por el principio, los encargados de abrir esa bonita mañana de domingo que pasamos, ya que una de las principales características de estos conciertos es que suelen ser al mediodía, o a la conocida «hora del vermú», fueron The Clods Band, a los que vimos hace unos meses en El Perro, y que en esta ocasión venían en formato dúo. El motivo, como nos contaron al inicio del concierto, es que sus otros dos compañeros, Miriam y Dani, estaban de viaje de trabajo (casualmente trabajan juntos) y por eso no habían podido venir al concierto, pero eso no impidió que Azul y Lucas nos ofrecieran un set acústico a la altura con el que disfrutamos todos los presentes.
Con su ya habitual happy rock, interpretaron canciones de su EP «Some Times», como Broken Window o We’re All Dead Inside, que como ellos mismos nos explicaron viene a decir que todos estamos muertos por dentro, ya que tenemos nuestros problemas, pero aun así hay que llevarlo con humor y no venirse abajo. También pudimos escuchar Coven, cuyo videoclip os recomendamos que veáis si no habéis visto ya, porque está muy currado y os va a encantar, así como un tema que formará parte de su nuevo disco que verá la luz en febrero que se llama She, el cual empezó hablando del perro de Lucas y terminó hablando de «cosas psicotrópicas» en propias palabras de Azul. Ahí queda eso. El caso es que dieron un show a la altura en el que además se atrevieron a tocar y explorar nuevos instrumentos como un ukelele con apariencia de guitarra eléctrica que me llamó mucho la atención o el banjo.
Tras ellos, le llegaba el turno a la segunda banda de la mañana en este caso, Young Forest, a los que tuvimos el placer de entrevistar hace poco y que acaban de ser nominados en varias categorías a los Premios MIN (Mejor Artista, Mejor Canción del Año, Mejor Álbum de Pop, Mejor Producción Musical). Aunque no es para menos, y es que con su disco «Looking North», que vio la luz en octubre del año pasado, están conquistando y ganando seguidores allá por donde pisan. Así que enhorabuena, chicos.
Con su sonido característico, lograron hacer viajar a todos los presentes y transportarnos lejos con esos aires de música folk americana. Como ya os he mencionado anteriormente, algo muy bueno que tiene esta banda es que gracias a las armonías de voces y la mezcla de instrumentos como la guitarra, el banjo, el violín o el bombo, consiguen crear diferentes atmósferas en cada tema, haciendo que sea fácil que nos dejemos llevar por ellas, conectando aun más con ellos y con el concierto. Además, contaron para esta ocasión con Gabriel Rodero al violoncello, lo que le dio un toque aun más especial a las canciones.
Entre los temas con los que nos deleitaron durante su actuación, pudimos escuchar Under The Rain, Not Alone, o Young Forest, todos ellos pertenecientes a su trabajo más reciente, «Looking North». Aunque sin duda alguna, el momento más emotivo del concierto fue cuando tocaron As Mom Said, una canción muy especial para el grupo y para la que pidieron el silencio más absoluto, aunque en este caso, como dijeron, no hacía falta, ya que el público fue muy respetuoso con ambos grupos en todo momento.
Tras esta montaña de emociones, llegaba el turno de Home, una de mis canciones favoritas de este disco, para continuar con la canción que da nombre al disco y terminar por todo lo alto con Lost, tema de su anterior EP «Roar». Algo que hay que destacar del final del concierto, es que nos pidieron que nos acercáramos aun más, finalizando su paso por las Sesiones Intrépidas, creando una comunión cercana con el público, que puso el broche de oro a una mañana muy bonita que esperamos repetir pronto. Ya lo sabéis, estar atentos, y si podéis acudir a la próxima sesión acústica, ya que descubriréis nuevos grupos y viviréis una mañana única y muy especial rodeados de buena música (y cerveza, también hay cerveza). ¡Nos vemos en las Sesiones Intrépidas!
En Clave de Indie 
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