Para no perder la costumbre, estas últimas semanas de octubre han sido de lo más moviditas para el equipo de En Clave de Indie. Y es que como he oído decir en algún anuncio, Madrid nunca se acaba. Siempre hay cosas que hacer, ya sean presentaciones, conciertos u otros eventos musicales de todo tipo. Uno de los últimos conciertos a los que hemos asistido, fue el pasado 26 de octubre y, como ya es habitual, tuvo lugar en El Perro de la Parte de Atrás del Coche, nuestra sala de cabecera, que por cierto, ya ha presentado su programación para el mes de noviembre y viene cargadita de propuestas que no os podéis perder de las que os iremos hablando poco a poco.
La noche estuvo protagonizada por dos bandas de excepción, The Clods Band, de los que ya sabéis que somos muy fans en el blog, y Licenciado Vidriera, una banda de la que solo conocíamos el nombre de oídas y que nos sorprendió muy gratamente. Pero empecemos por el principio. Los encargados de inaugurar el escenario de esta particular «cueva» fueron precisamente ellos, Licenciado Vidriera.
Licenciado Vidriera es el último proyecto del polifacético Mariano Estudillo, que no solo toca varios instrumentos si no que también ha participado como actor en series de televisión como Servir y Proteger, El Ministerio del Tiempo o Amar es para siempre, por mencionar algunas. Ahora, tras pasar por varias formaciones, profundiza en su faceta como cantante con esta original iniciativa en la que se mezclan la música y el teatro en diversas formas. Normalmente, su propuesta suele ser acústica y acompañada por instrumentos como el cello o el violín, por eso nos sorprendió tanto su concierto en El Perro, ya que supieron reinventarse y transformar las canciones en un formato eléctrico que nos conquistó a todos.
Tras una intro instrumental que dejaba claro las intenciones de la banda, salieron a escena dispuestos a darlo todo y a que lo diéramos todo con ellos, y desde luego, que lo consiguieron, ya que el público no dudó en responderles y en acompañar a la banda en una noche tan especial. Y es que como el propio Mariano nos confesó, era la primera vez que se presentaban en este formato, y a la vista está que les salió bien el experimento. Otro aspecto a destacar del concierto, es que entre canción y canción, en vez de recurrir al «típico discurso de músico», nos deleitó recitando poemas por todos conocidos de Calderón de la Barca o Lope de Vega, algo que aporta un toque de originalidad a este proyecto.
Con un directo arrollador, una nueva formación conformada por dos guitarras, bajo y batería, y canciones como Empezar o Algún tiempo mejor, pertenecientes a su EP homónimo, lograron atrapar a todos los asistentes y llevarnos a un viaje musical por el Siglo de Oro que esperamos repetir muy pronto.
Tras ellos, la noche continuaba con The Clods Bands, una banda que hemos visto crecer y superarse en cada concierto suyo al que hemos asistido. Y es que hemos tenido la suerte de disfrutar de ellos en todos los formatos, acústico, semiacústico y por supuesto, eléctrico, como fue el de esta gran noche en la mítica sala madrileña. Nada más salir al escenario, se podía percibir lo emocionados que estaban por tocar aquí. De hecho, como luego nos confesaron, se habían preparado a fondo para esta cita tan especial de su gira, ensayando duramente horas y horas para que todo saliera a la perfección, como así fue.
Aunque claro, tampoco lo tenían muy difícil, ya que venían con el subidón de su paso por Murcia el pasado 4 de octubre, lo que hacía que estuvieran pletóricos en el escenario. Precisamente hablando de la gira, esta les ha llevado o les llevará a pasar por diferentes ciudades de España aparte de Murcia y Madrid, como Zaragoza y Barcelona, donde estarán los próximos 8 y 9 de noviembre, respectivamente. Las entradas para Barcelona ya están a la venta en Wegow, mientras que en Zaragoza la entrada será inversa a partir de las 23:00h.
Volviendo al concierto, otra cosa muy buena que tienen The Clods en el escenario, es la gran complicidad que existe entre ellos. Nadie es más que nadie, todos tienen la misma importancia y saben cederse la vatuta en diferentes canciones del setlist. De hecho, en uno de los temas, Azul y Lucas hasta llegan a cambiar de posición, situándose Lucas en el centro del escenario. También juegan mucho con las miradas y saben como complementarse para que las canciones crezcan y cobren un mayor sentido.
A lo largo de la noche disfrutamos de algunos temas de su EP «Some Times», como Broken Window o Psycho in My Team, así como de dos de las canciones que formarán parte de su primer disco, que verá la luz a principios del año que viene, Coven y Libido. Tampoco faltaron las versiones en el repertorio y es que nos sorprendieron con una animada versión de Enamorado de la moda juvenil de Radio Futura, que todos cantamos y bailamos como si nos fuera la vida en ello.
Además, ya en la parte final del concierto, quisieron dedicarle una canción, She, a una amiga suya que nos contaron que les había ayudado en los momentos difíciles, antes de pasar a uno de sus temas más coreados, We’re All Dead Inside, para terminar después de un forma un poco curiosa (y que nos hicieron jurar que «esto nunca ha pasado» aunque os lo vamos a contar de todos modos). Y es que eligieron una canción de Shin-chan para terminar su paso por El Perro de la Parte de Atrás del Coche. Desde luego, a originales y divertidos no les gana nadie. Sin duda, fue un gran concierto en el que no pudimos evitar contagiarnos de su «Happy Rock» y que estamos seguros que no será el último, ya que siempre es un placer disfrutar del talento de estos chicos.