En Madrid la música nunca duerme y es que raro es el día en el que no haya ningún concierto en la capital. De hecho, hay veces en las que tienes que elegir entre varios o «hacer doblete» como me pasó a mí el pasado 14 de diciembre. Por un lado, teníamos a Arde Bogotá en El Perro de la Parte de Atrás del Coche junto a Estambre, y por otro, a mis queridos Los Flamingos en la sala Maravillas, que compartían escenario con los cordobeses Mr. Mackenzie.
Afortudamente, el destino quiso librarme de tener que decidirme por uno de los dos y pude asistir a ambos conciertos, no sin una carrerita entre una sala y la otra, todo sea dicho. Pero desde luego, mereció la pena, ya que la noche no pudo ir mejor. Aquí os cuento como viví ambos shows y aprovecho para animaros a que no dejéis de ir a las salas de conciertos, ya que podréis descubrir bandas con tanto potencial como estas que seguro que os sorprenden.
La noche empezó en El Perro de la Parte de Atrás del Coche, que como ya sabéis, es nuestra sala de cabecera, y es que desde que la pisamos por primera vez hará ya dos años, se ha convertido en nuestra segunda casa. Allí, hemos descubierto y disfrutado de grandes grupos emergentes, además de que allí nació nuestro festival, En Clave de Indie Fest, por lo que no podemos estar más agradecidos. En esta ocasión, habían preparado una gran velada para ir despidiendo el año como se merece. Arde Bogotá y Estambre compartían escenario en una noche que cerró con SOLD OUT, como no podía ser de otra manera.
Arde Bogotá fueron los primeros en salir a escena y caldear el ambiente, nunca mejor dicho, aunque no lo tenían muy difícil, ya que la sala estaba a reventar prácticamente desde que abrieron las puertas a eso de las 21:30h. Los de Cartagena salieron con mucha fuerza al escenario, derrochando toda esa energía que les caracteriza. Antonio, José Ángel, Dani y Pepe estaban pletóricos esa noche, pero no era para menos, venían de conquistar una «plaza» como es la Joy Eslava en la fiesta de presentación del Sonorama. Se notaba que tenían ganas de volver a reventar Madrid y eso hicieron.
Aunque su canción más conocida es Antiaéreo, la única que tienen publicada hasta el momento, gracias a su paso por el Big Up y a su actuación en la Joy, ya conocemos algunos otros temas del grupo, que son los que nos presentaron durante su actuación en El Perro. Big Bang fue la elegida para abrir el concierto, un tema que habíamos disfrutado en acústico días antes, cuando salieron a tocar a las puertas de la Joy en la fiesta de presentación del Sonorama. Para dar paso a continuación a Cariño, un tema bailable y que tiene pinta de que va a ser todo un éxito cuando lo publiquen, y a Quiero Casarme Contigo, que Antonio nos aclaró que no es una canción de amor, o si lo es, es más bien trágico. Luego, llegaron Virtud y Castigo, que sí lo es, y Tan alto como tus dudas, la favorita de Dani, guitarra solista del grupo.
A medida que se sucedían los temas, a ellos se les veía más agusto en el escenario. La conexión entre ellos y con el público iba in crescendo, mientras nos presentaban más canciones nuevas como 87F, que Antonio nos contó que explicaba en parte el nombre del grupo, y que es una de las canciones más cañeras de la banda. Para el final se habían reservado su tema debut, obviamente, Antiáereo, que todos coreamos a voz en grito sin dejar de saltar, lo que demuestra que han creado un auténtico himno de masas que no dejaremos de oír en mucho tiempo. El climax del concierto llegaba con Te van a hacer cambiar, y con Antonio bajando del escenario para cantar y saltar con todos nosotros, terminando su paso por El Perro por todo lo alto.
Sin apenas recuperarme de este momentazo, tocaba ir corriendo a la Maravillas para llegar al concierto del otro grupo de la noche, Los Flamingos. Por suerte, ambas salas no estaban muy lejos la una de la otra así que me dio tiempo a llegar sin problemas y prepararme para el segundo asalto. Los de Tudela también salieron al escenario dispuestos a darlo todo y volver a conquistar Madrid, tras su paso hace unos meses por la sala Alive junto a Gole Yaika.
Una de las cosas buenas de Madrid es que por muchos conciertos que haya, hay público suficiente para todos ellos, por lo que la Maravillas también estaba a reventar de público cuando llegué. Se notaba que había ganas de disfrutar de un nuevo concierto de los navarros en la capital, ya que la gente respondió y estuvo muy motivada desde el minuto uno, coreando, saltando y bailando con cada una de las canciones.
Decidieron comenzar pisando fuerte con Bora Bora, un tema pegadizo y bailable con el que es imposible dejar de mover los pies. Para dar paso después a El Momento, de su EP «Viaje Infinito». Y es que para momento, el que estábamos viviendo junto a ellos en la Maravillas. La fiesta continuaba con Todo empieza, que pertenece a «Reyno», su trabajo más reciente, y Parásitos, una de mis canciones favoritas del grupo.
Según avanzaba la noche, el concierto iba subiendo de nivel. Se notaba que estaban cómodos en el escenario, y eso se transmitía en el público, creando una atmósfera de buen rollo y complicidad entre todos. Y es que una cosa a destacar de Los Flamingos, es el buen sabor de boca que se te queda después de sus conciertos, es imposible no terminar un concierto suyo sin la sonrisa pintada en la cara y la sensación de haber un vivido un concierto bonito que quieres repetir. El final se acercaba, pero aun tenían unos cuantos temas guardados bajo la manga, como Viaje Infinito, que da nombre a su anterior trabajo, o Caída Libre, del más reciente, y es que durante el concierto fueron alternando canciones de los dos EP que tienen publicados hasta la fecha, «Viaje Infinito» y «Reyno».
No podían terminar su paso por la Maravillas sin tocar sus dos grandes hits, Euforia y Reyno, así que aunque fueron algo ajustados de tiempo (ya sabéis como son estas cosas del directo), se despideron a lo grande con estos dos temazos, haciendo que todos los asistentes no dejáramos de saltar y bailar hasta el final y prometiéndonos que volverían pronto a visitar Madrid. Además, tuvieron el detalle de agradecernos el trabajo que hacemos a los medios pequeños y todo el apoyo que les damos, pero las gracias y el aprecio es mutuo, ya que para nosotros es un placer poder ayudar en lo que podamos a bandas que le ponen tanto cariño a lo que hacen y se lo curran tanto como ellos. Así que gracias, chicos, por esta gran noche y nos vemos muy pronto.
No puedo terminar esta crónica sin mencionar a Claudia Orellana, de Son Buenos, a Héctor, de Let’s Show, y a la gente de las dos salas, El Perro de la Parte de Atrás del Coche y la sala Maravillas. Gracias una vez más por contar con nosotros y por apoyar tanto la música en directo. ¡Ah, y no os olvidéis de seguir a Arde Bogotá y Los Flamingos en sus redes sociales para estar al tanto de todas sus novedades y próximas fechas!. Van a dar mucho que hablar próximamente, hacedme caso. ¡Nos vemos en los escenarios!.
En Clave de Indie 