La semana pasada pudimos asistir a un concierto que llevábamos un año esperando. En febrero de 2020, La Sra. Tomasa sacaba »Alegre Pero Peligroso», un álbum diferente y lleno de talento. Además, pudimos hablar con ellos y nos desgranaron su carrera musical en una entrevista divertida y llena de ilusión por la gira que les esperaba.
Esa gira se vio truncada por el Covid-19, pero ellos no pararon: Estrenaron las Houly House Session de las que hablamos aquí, dieron todos los conciertos que pudieron durante el verano, estrenaron su primera película en el cine, y como no era suficiente, decidieron arriesgar y venir a Madrid el pasado sábado a quemar Gran Vía con la fiebre tomasera.
Llegamos al teatro y las medidas de seguridad contra la pandemia eran maravillosas, nos sentamos en las butacas y los nervios se percibían en el ambiente. Gente emocionada y expectante por el show que daría la banda. Por fin se apagaron las luces y escuchamos desde backstage »1, 2, 3, 4, 7, 3» y tras ello Estado Mental, La Tomasa estaba en la casa y no nos los creíamos. Antes de que llegasen los últimos compases aparecieron La Sra. Tomasa para alegrarnos la mañana, el día, la semana, el mes y el año. Comenzaron con una completa declaración de intenciones con Ya no se juega, asegurándonos de que íbamos a presenciar un terremoto musical y dejándonos claro que esa mañana bailaríamos (sentados). Distinto Son fue la siguiente y en ella Marc y Pablo se debatieron en duelo entre percusión y batería, algo que hizo revolucionar a su público madrileño.
Continuó la fiesta y el público les correspondía con aplausos, pisotones (al suelo) y gritos, con tal de crear ruido y hacer llegar su extrema felicidad y agradecimiento. Les siguieron tres de los grandes éxitos de la banda Después de Amar, Timba Negra y Sepa mi gente, teniendo en esta última la sorprendente colaboración del Sr. Wilson. A esta altura del concierto todos los presentes teníamos las piernas agotadas de botar en la butaca. Presenciamos momentos dignos de recordar, uno de los más bonitos fue cuando Quimi se quedó a solas y comenzó a tocar el piano, hasta que apareció Pau y empezó Soy Así, haciendo que nos sintiéramos de ‘alma libre‘ y que nos olvidáramos de todo este caos pandémico.
Para tranquilizar el ambiente Santiago salió a cantarnos Sin miedo, una de las canciones que encontramos en »Alegre Pero Peligroso», nos hizo amar a una Tomasa más tranquila y comedida, provocando que cada pelo se erizara. El concierto estaba llegando a su fin y el odio a estar sentados aumentaba a niveles insospechados por culpa de Es Lo Que Hay y Que Venga, en las que vimos a la banda bailar creando momentos divertidos como el que protagonizaron Santiago y Jordi intentando coordinar sus pasos. El juego de voces que se sucedió durante todo el concierto nos hacía sorprendernos cada vez más, al ver que son una banda que hacen todo lleno de talento.
La banda desapareció y con ello comenzó El Olivo, lo que nos anunciaba que la última canción era la siguiente, volvía la banda y sonaban los primeros acordes de Para Ti con una ovación atronadora por toda la familia tomasera. Pudimos sentir como la banda soltaba todo lo que le quedaba para dar el final que merecíamos. Para Ti no pudo acabar de mejor forma; fue una demostración de la calidad musical de La Sra. Tomasa, provocando que todo el público nos pusiéramos de pie y aplaudiésemos durante más de un minuto, acompañado de silbidos y gritos.
Gracias por hacernos vibrar y regalarnos un conciertazo con todas las letras. Nos hicisteis llegar vuestro amor y trabajo en la música, trayendo un show que tiene tanto esfuerzo detrás. Disfrutamos, reímos, nos emocionamos y sobre todo nos hicisteis muy felices (todo esto escuchado en los baños del teatro tras el concierto). Os esperamos pronto.
En Clave de Indie 