Como ya os hemos comentado en varias ocasiones, lo bueno de los festivales hoy en día es que ya no se limitan solo a la época festival, si no que podemos disfrutar de ellos a lo largo del año y en muy diversos formatos. Hoy os queremos hablar del Inverfest, el «festival de invierno» de referencia de la capital, que empezó el pasado 9 de enero y que termina este mismo viernes, 14 de febrero, con los conciertos de Maldita Nerea en el Wizink Center y Digitalism en la Sala BUT. Un festival que cierra la edición de este año por todo lo alto con más de 50 conciertos ofrecidos en diferentes espacios de la ciudad.
Sin duda, uno de los conciertos más esperados de esta edición era el de Fuel Fandango, que tomaron el Teatro Circo Price durante dos noches seguidas, concretamente, el 1 y 2 de febrero, para presentar en Madrid su nuevo disco, «Origen». Un trabajo que, como nos contaron ellos mismos a lo largo de la noche, nace durante un viaje a Mali, por lo que está lleno de ritmos africanos, y que llega casualmente cuando se cumplen 11 años del nacimiento de la banda.
Con una puesta en escena renovada, en la que los láseres y los juegos de luces forman una parte importante de la escenografía, Fuel Fandango consigue renovarse con este nuevo disco pero a la vez mantener la esencia y la fuerza que les caracteriza en el escenario. Y es que todos los que les hemos visto anteriormente en directo, sabemos que un concierto de Fuel Fandango no es un concierto cualquiera, es más bien una experiencia en la que intervienen todos los sentidos. Un viaje lleno de emociones en el que Nita y Ale Acosta son los guías y consiguen hacer pasar al «espectador» por todos los estados de ánimo, un torbellino emocional en estado puro.
Nosotros tuvimos la oportunidad de acudir a la primera de estas dos noches mágicas que habían preparado para presentar su cuarto álbum, y no podemos menos que sentirnos afortunados por haber vivido en primera persona un momento tan especial para la banda. Se notaba que estaban emocionados y nerviosos, pero a la vez expectantes, por estrenar las nuevas canciones en directo y ver la respuesta del público, aunque viendo que agotaron las entradas para ambas noches estaba claro que no podía ser más que positiva.
La canción elegida para abrir este nuevo show del grupo fue Mi danza. «¡Que empiece la parranda!», gritaba Nita, y dicho y hecho, el público no se hizo de rogar, convirtiendo el Circo Price en una auténtica fiesta de principio a fin, para seguir dándolo todo con otro tema del nuevo disco, Silencio, antes de transportarnos a La Primavera, como demostraban las flores que había esparcidas por el suelo del escenario y que más tarde, Nita acabaría repartiendo entre el público.
Despacio era el siguiente tema, pero el ritmo no se detenía, al contrario, aumentaba según avanzaba la noche, entre la percusión y el taconeo de Nita y el momento de Ale tomando las riendas para ofrecernos un verdadero espectáculo de luces, láseres y una gran sesión de música eléctronica con la que era imposible dejar de bailar. «Rave» a la que Nita se unía poco después para cantarnos La Grieta y una de mis canciones favoritas de este disco, Estamos solos, con la que consiguió emocionarnos a todos.
También hubo hueco en el setlist para rememorar algunos grandes éxitos del grupo, como New Life o Salvaje, en la que todos nos vinimos especialmente arriba, haciendo temblar el suelo del Circo Price de tanto saltar. El viaje en esta particular «montaña rusa» iba llegando a su fin, pero antes de terminar, aun nos quedaban otros cuantos momentazos que presenciar, como el que se formó con Toda la vida, una de las canciones más aclamadas del grupo, o cuando le llegó el turno al primer single que conocimos de este nuevo trabajo, Despertaré. Este tema, como nos explicó la propia Nita, habla de despertar por dentro, de mirar en nuestro interior, para poder despertar por fuera, y es uno de los más especiales del disco.
Cerraron la primera de estas dos noches únicas, convirtiendo el Circo Price en un auténtico Huracán de Flores, de forma literal, ya que Nita lanzó al público las flores que había esparcidas por el suelo del escenario, terminando el concierto por todo lo alto y dejándonos a todos con ganas de más, ya que ver a Fuel Fandango en directo siempre es un placer para los sentidos. Como anécdota y muestra de que no fuimos los únicos que nos vinimos arriba durante todo el concierto, Nita nos confesó que se le había roto hasta el vestido, una especie de bata de gasa llena de flores, que destacaba sobre su piel «dorada», como si de una verdadera ninfa se tratara. Y es que los estilismos de Nita en cada concierto nunca dejan a nadie indiferente. Quisieron terminar su paso por este Inverfest dando las gracias a todos los que lo habían hecho posible y deseando que nos volviéramos a ver muy pronto. Nosotros también esperamos que así sea, ya que fue una noche inolvidable y que quedará por mucho tiempo en nuestra memoria.
En Clave de Indie 
Deja una respuesta