A las 17:30h. del domingo el festival volvió a abrir puertas para la alegría de tod@s. A esa hora en punto, muchas personas (es probable que unas miles) estaban esperando para entrar y no perderse ningún concierto desde primera hora.
Cariño era el grupo que cortaba la cinta de esa jornada en el Escenario Polo Club dando un concierto fresco, con algún problema técnico al principio que se solucionó rápido, y que cogimos con muchas ganas. Lucía aún el sol cuando tarareamos algunos de sus himnos como Si quieres o Canción Pop de Amor. La verdad que para ser tan pronto estaba lleno. Ellas mismas decían «¡cuánta gente somos!».
Después llegó Iván Ferreiro, con la primera sorpresa de la noche: Leiva al bajo. Un invitado que estuvo un rato discreto en el escenario (bueno, todo lo desapercibido que puede pasar un artistazo como él) hasta que dio un paso adelante para cantar a dúo con Ferreiro El Pensamiento circular… momento mágico. Aparte de varias canciones míticas de Los Piratas, como El equilibrio es imposible o Años 80, y Turnedo, pudimos escuchar varios temas de su nuevo disco “Trinchera Pop”. De hecho, el concierto arrancó con Canciones para no escapar y lo terminó con En las trincheras de la cultura pop, ambos incluidos en este reciente, pero muy reciente trabajo: “sois los primeros que vais a escuchar estas canciones”, nos dijo.



Las nubes amenazaban de nuevo, pero, en un intento de ignorarlas, volvimos al Escenario Polo Club donde ya estaba la trasera preparada de los 4 chavales de Carolina Durante. Aaaaaa#$!&, Moreno de contrabando, Urbanitas, Granja Escuela… empezaron con todo temazos. Estábamos ya en medio de los pogos cuando de repente empezó a llover otra vez de forma descomunal. Pero la música no paró, la formación compuesta por Diego Ibáñez, Martín Vallhonrat, Juan Pedrayes y Mario del Valle, siguió hasta el final, con una energía más descomunal que la lluvia. Diego (voz), empapado, nos animaba a decir “solo es agua” y así repetíamos, entre Perdona (Ahora sí que sí), para que salió a colaborar Alicia, de Cariño, Cayetano, Famoso en tres calles o Las canciones de Juanita. El momento de cantar desgallitándonos la letra de Casa Kira que dice “Y no nos vamos, no nos iremos de aquí…” mojadísimos bajo la lluvia fue legendario… épico… y ahí queda para la posteridad.


El festival tuvo que parar durante una hora la programación de conciertos por el temporal lo que afectó a que The Kooks finalmente no pudiera tocar. Tras una hora amainó y Carlos Sadness pudo retomar la jornada con una alegría tropical y un buen rollo muy a tiempo para animar al público tras ese rato de incertidumbre. Bikini, Te quiero un poco, o Qué Electricidad, fueron bailadas y cantadas entre chubasqueros improvisados y mucha diversión. A destacar también los magníficos versos que se marcó al momento Sadness sobre el conci, la lluvia y la vida, aprovechando su habilidad de sus épocas pasadas en batallas de gallos.
Volvemos al Escenario Estrella Levante porque esto sigue y Vetusta Morla está a punto de empezar su indie rock. Despliegue de músicos por el escenario, una trasera digital sorprendente y primeros acordes que ya avisan de un sonido brutal. El vocalista Pucho, va derrochando energía con sus bailes tema tras tema; Finisterre, Copenhague, Valiente, Los días raros… no faltó ninguno. A mitad del show, invitaron a Rocío Márquez, que acababa de actuar en otro escenario, a cantar Corazón de Lava. Al final, con la banda saludando, llegó la segunda sorpresa de la noche: fuegos artificiales… lloviznaba, pero en ese momento nos daba absolutamente igual.



Quedaba noche. De artistas nacionales: Dorian con sus clásicos, Cala Vento, con su actitud, y los paisanos Varry Brava, aclamados por su tierra, que además estrenaban nuevo show. De internacionales: Hot Chip, con su indietrónica y sus conocidos temas trance como Over and Over o Ready for the Floor. Imposible disfrutarlo más.

Gracias a la organización por los conciertos que ha podido salvar y por haberse sobrepuesto a esta tormenta impetuosa apostando por la música de todos los estilos y todos los lugares. ¡Larga vida al Warm Up y nos vemos el año que viene!
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