El último festival de agosto, que no del verano, no podía ser otro que el Festival Gigante, que durante los días 25, 26 y 27 de agosto nos hizo disfrutar de grandes grupos y artistas como Miss Caffeina, Natalia Lacunza, Alice Wonder, Dorian, Embusteros, Lori Meyers o La Habitación Roja, entre otros. Además, vivimos un momento que quedará para la posteridad, el regreso de La Cabra Mecánica, que volvieron a reunirse en un escenario para celebrar los 25 años de su primer disco, «Cuando me suenan las tripas».

Sin duda, ha sido una edición muy especial. Una edición que comenzó el 20 de agosto con cinco días de conciertos gratuitos en el Recinto Ferial de Alcalá de Henares y diversas actividades de libre acceso, como la proyección del documental «The Garlic Phantoms, esplendor y caída» en el salón de actos de Santa María La Rica o la exposición «Los Gigantes de Isabel Salas» en el antiguo Hospital de Santa María La Rica, haciendo mucho más llevadera la espera hasta el jueves, día elegido para inaugurar los conciertos en el recinto, situado en Huerta del Obispo.

La verdad es que debo decir que el entorno es insuperable, con esas construcciones amuralladas rodeándolo y creando una atmósfera mágica y acogedora capaz de transportarte a otra época. Además, el recinto es bastante cómodo y permite moverse con relativa facilidad de un escenario a otro. Quizá la única pega es que estaba poco iluminado, lo que dificultaba ver bien a medida que oscurecía. Pero por lo demás chapó.



En cuanto a los conciertos, la jornada del jueves estuvo marcada por dos grandes nombres del cartel: Natalia Lacunza y Miss Caffeina. Mientras la primera se comió el escenario deleitando a sus fans con sus temas más aclamados, Alberto Jiménez y los suyos tuvieron una puesta en escena impecable, dando un gran concierto en el que no faltaron sus canciones míticas como Venimos, Merlí o Ácido, sin dejar de lado las más recientes, como Memoria química, No entiendo nada, Autoayuda, Fuerte el aplauso o Las Vegas, todas ellas pertenecientes a su último trabajo, «El Año del Tigre». Para concluir por todo lo alto con Oh Long Johnson y Mira como vuelo.



Pero no estuvieron solos, el jueves también pudimos disfrutar de los directos de Cupido, Lady Ma Belle y Alis, por mencionar algunos, que dieron lo mejor de sí para que los festivaleros no parasen de bailar hasta que les doliesen los pies, empezando a lo grande esta nueva edición del Festival Gigante.

El viernes la jornada empezaba, al menos para mí, con Alice Wonder, quien nos emocionó con su sensibilidad y maestría al teclado mientras nos deleitaba con temas como Por si apareces, Que se joda todo lo demás o Bajo la piel, siendo éste sin lugar a dudas el concierto más emotivo y especial de todo el festival. Y es que es inevitable que los sentimientos se disparen y se te ponga la piel de gallina al escuchar una voz que transmite tanto como la suya. Aunque, no todo fue nostalgia y canciones tristes, también hubo tiempo para una pequeña rave electrónica que nos dejó a todos con la boca abierta y demuestra que Alice Wonder es capaz de todo, tanto de hacernos llorar como magdalenas hasta hacernos bailar sin parar.



Tras esta montaña rusa de emociones, llegaba el turno de nuestros queridos La La Love You, que una vez más nos hicieron venirnos arriba a ritmo de canciones como Más Colao que el Colacao, Laponia, La Canción del Verano o La Pócima del Amor, entre otras. En esta ocasión, la seguridad del festival no les permitió subir al escenario a nadie del público así que Chica Sobresalto hizo las veces de cheerleader en tan mítico tema de la banda, cerrando su paso por el Gigante, como no podía ser de otra que con la canción que les dio a conocer y les lanzó al estrellato, El Fin del Mundo.

No había tiempo para relajarse, y es que aunque se suele decir que después de la tormenta siempre llega la calma, en este caso fue al revés, y no fue una tormenta cualquiera la que llegó. Dorian y su «tormenta de arena», aterrizaban en Alcalá de Henares dispuestos a darlo todo y hacernos saltar de principio a fin. Entre saltos, gritos y euforia colectiva (que no contenida) nos regalaron canciones claves de la banda como la ya mencionada, además de otras más recientes como Dos Vidas y Energía Rara con la que pusieron a bailar a todo el festival.




Completaban el cartel del viernes otros grandes nombres como Shego, Repion o Embusteros, que nos dejaron con la energía bien arriba para afrontar la última jornada que nos esperaba el sábado.


La última jornada llegaba de la mano de La Habitación Roja, a los que nunca nos cansamos de ver y que nos pusieron sensibles con canciones como La segunda oportunidad, Un día Perfecto, Patria o Voy a hacerte recordar. Por si las emociones no estuvieran ya lo suficientemente alteradas, Jorge Martí, su vocalista, no quiso dejar escapar la ocasión de recordar los años complicados que ha vivido el sector de la música, hablando de la vulnerabilidad de los músicos y asegurando que estaban muy contentos de que les hubieran llamado de un festival tan bonito. Terminaron el concierto con dos de las canciones más emblemáticas del grupo, Ayer e Indestructibles, con la que se vieron caer algunas lagrimillas entre los asistentes, demostrando que la música mueve y provoca sentimientos y emociones que no se pueden evitar.

El otro gran protagonista del sábado fue Lori Meyers. Los de Granada nos hicieron volar, nunca mejor dicho, y nos transportaron a su propio universo mientras cantábamos los grandes clásicos de la banda como Luces de Neón, Emborracharme o Mi Realidad, intercalándolos con temas más recientes como Seres de Luz, Punk, No hay excusa, o una de mis favoritas de su último trabajo, «Espacios infinitos», la pegadiza Hacerte Volar. Un concierto enérgico, en el que Noni y los suyos nos contagiaron su optimismo y su buen rollo sobre el escenario, que concluyó con la icónica canción del grupo, Alta Fidelidad.



También el sábado pudimos disfrutar de uno de los momentos más esperados de esta edición, el regreso de La Cabra Mecánica, que se reunió de nuevo sobre un escenario para celebrar los 25 años de su primer disco, «Cuando me suenan las tripas», dando un concierto único en el que no faltaron temas como Felicidad o La Lista de la compra, que todos coreamos a voz en grito. Por si eso fuera poco, Rigoberta Bandini y su Ay Mamá fue otro de los grandes reclamos de la noche, que completamos viendo a Cora Yako, El Buen Hijo y Kuve en el escenario Vibra Mahou.




Sin duda alguna, ha sido una gran edición plagaba de momentos únicos que recordaremos durante mucho tiempo. Así que gracias, Festival Gigante. ¡Nos vemos el año que viene!. Por cierto, aprovechamos para recordaros que ya tenemos fechas para la próxima edición, que se celebrará los días 31 de agosto, 1 y 2 de septiembre de 2023, así que ir haciendo vuestros planes.
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