
¿Quién no recuerda aquellos grupos y canciones que le hicieron sentir por primera vez la magia de la música?
Pues eso mismo hemos vuelto a sentir en el Memoryland, un tributo a toda una generación que se reunió en la Plaza de Toros de Valdemorillo, después de tanto tiempo esperándolo, ya que debido a la pandemia tuvo que ser pospuesto en varias ocasiones. Pero finalmente el día 28 de mayo pudimos disfrutarlo en primera fila con grupos tan míticos como Un Pingüino en mi Ascensor, Los Secretos, Modestia Aparte o Celtas Cortos, y el grupo madrileño de versiones pop-rock Darwin. Todo ello finalizando con la impresionante actuación de DJ Nano.
Un estallido de emociones, de revivir sensaciones, recuerdos y experiencias que permanecen escondidas en la memoria de la generación de los 80 y los 90 con toda esa explosión de creatividad, energía y talento.
Comenzamos el festival con Un Pingüino en mi Ascensor, los cuales pusieron la nota musical más divertida de la noche con canciones como El Balneario, Espiando a mi vecina o Atrapados en el ascensor. Dando paso después a Los Secretos, quienes nos hicieron volver a sentir cierta nostalgia al escuchar temas como Ojos de Gata, Pero a tu Lado, o la icónica Déjame, las cuales sin duda alguna nos hicieron recordar al fantástico Enrique Urquijo, pero que su hermano Álvaro supo hacernos sentir que él estaba allí presente, transmitiéndonos su esencia a través del micrófono y con guitarra en mano.






Fotografías: Carol Mejías
Tras un parón de casi dos horas por la final de la Champions League, lo cual no gustó a más de uno de los allí presentes, pues la decisión de transmitir dicho partido fue posterior a la salida del anuncio del festival y cuando más del 50% de las entradas ya estaban vendidas, pudimos continuar con el tributo pop de los años 80 y 90 de la mano de los magníficos y sorprendentes Darwin. Un grupo madrileño de versiones, que con el descaro y la destreza de su cantante Alberto, nos hicieron saltar y bailar como no esperábamos que fuese a pasar. Si que hay que resaltar que fueron el grupo que más destacó con luz propia sobre el escenario, sin quitarle ningún mérito al resto de artistas allí presentes, pero para no ser un grupo mítico como todos los que por allí pasaron, dejaron el listón bien alto.
Fue bonito ver como un grupo de versiones podía estar compartiendo un escenario como aquel, con estrellas de tantos y tantos años de carrera, y no parecer menos. Entre las canciones con las que nos hicieron bailar podemos mencionar algunas como Princesa (Joaquín Sabina), Voy a pasármelo bien (Hombres G), No puedo vivir sin ti (Los Ronaldos), Ritmo del Garaje (Loquillo), Soldadito Marinero y Por la boca vive el pez (Fito y Fitipaldis), rematando el concierto con una espléndida versión de A quién le importa de Alaska y Dinarama.
Y tras ellos aparecieron sobre el escenario la banda también de origen madrileño Modestia Aparte, quienes nos hicieron recordar canciones emblemáticas del grupo como Cómo te mueves, Cosas de la edad y María.







Y para finalizar nuestro encuentro de recuerdos de los años 80 y 90, llegaron al son de saxofón, gaita, flauta, violín y guitarras, los Celtas Cortos. ¿Y quien no conoce todas y cada una de sus canciones? Pues no pudieron faltar, y esa noche sonaron con mucha energía, entre otras, 20 de abril, El emigrante y La Senda del Tiempo, una canción preciosa, emotiva y conmovedora pero tan triste que cala en lo más profundo de nuestro corazón.
Y entonces llegamos al final de esta emotiva noche llena de recuerdos y momentos que todos pudimos revivir una vez más con música de aquella que te enamora, y te hace sentir el corazón palpitar, con la música que con sus letras sientes ganas de reír, llorar o bailar y gritar. Esa música que a veces echamos hoy en día en falta, pero que con suerte sigue ahí, con esa música es con la que nos hemos hecho muchos de nosotros mayores y aún la llevamos en el corazón. La noche no podía terminar mejor que con DJ Nano, referencia y estandarte indiscutible del panorama dance nacional, que tras los platos de su mesa, ponía el broche final a esta gran edición con un subidón de adrenalina y buena energía, cerrando por todo lo alto el Memoryland 2022, que un año más ha sabido darnos buenos recuerdos.






Fotografías: Carol Mejías
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