El broche final del Mad Cool no podía contar con mejores artistas: Los maravillosos Hijos de la Ruina (Natos, Waor y Recycled J), Nathy Peluso, La M.O.D.A y Two Door Cinema Club, entre otros. Nada más llegar al Stage 5: Vibra Mahou, porque Orslok nos iba a hacer saltar durante 45 minutos. Nosotras le conocemos del programa Yo, Interneto que comparte con DarioEmeHache y Cheeto, su faceta musical la descubrimos hace unos meses (somos un poco boomers) y nos hizo imposible no acercarnos.

Eran las 19:15 y el escenario Vibra Mahou estaba lleno de seguidores del artista dispuestos a saltar cada beat de la base, aunque el calor les desintegrara. Sé que no debo fue la encargada de desencadenar los saltos y bailes randoms acompañados de risas y sonrisas, algo que nos hizo entrar en una espiral contagiosa dejando el calor de lado. El gallego comentaba que al tener tan poco tiempo de show, quería soltar todas las canciones a piñón para que disfrutáramos lo máximo posible, y con ello unió el éxito viral Caramelo de Chocolate, con la que vimos la parte mas divertida del artista. En el ecuador del show nos regalaba en primicia Mundo Digital, uno de sus próximos singles con el que el público enloqueció y al que Orslok acabó rematado con Tofu Delivery y Gema Rosa, las cuales unen casi 15.000.000 reproducciones en Spotify.


Como no podíamos dejar de bailar nos fuimos corriendo a la disco Vibra Mahou, en la cual había una guerra de baile al más puro estilo 90’s con 4 grupos en los que se debatían a golpe de rodilla unos tickets gratis para canjear en Mahou. Cada vez se iba acercando más público y era porque a las 20:30 aparecía el grupo sorpresa, y este no era tan sorpresa ya que el perfil de Instagram de Vibra Mahou dió pistas muy decisivas. A las 20:39 aparecía Ladilla Rusa con sus boas de colores dispuestos a evaporar toda la Mahou del festival, Todos los días lo mismo sacaban nuestra parte mas rumbera y poligonera y nos sentíamos en las fiestas de un pueblo. Macaulay Culkin y A un Metro y Medio de Ti fueron de seguido y nos ametrallaron el corazón y el alma, bueno y las gargantas porque nos dejamos la voz con el grupo catalán a ritmo de lo que es nuestro himno de la cuarentena. Continuaron con los temazos y al hacer el bis lo iniciaron con la mítica frase »He vuelto, zorras» de Bad Gyal para cantar el éxito KITT y los coches del pasado coreada por cada asistente de la disco Vibra Mahou, hasta tal punto que no se escuchaba cantar ni a Tania ni a Víctor.

Nos fuimos corriendo para ver en el Stage 2: Madrid is Life a la reina Nathy Peluso y su coronación como uno de los mayores referentes de la música nacional. Realización en directo, iluminación acorde a cada canción y un sonido niquelado definieron el show de la argentina rematado con una puesta escena que nos dejaba sin aire. Un in crescendo musical con una banda maravillosa en la que incorporaba percusión y vientos, haciendo que canciones como Mafiosa o su colaboración con Bizarrap nos hicieran bailar más de lo normal. Personalmente, Emergencia me dejó de piedra: Nathy cantaba a la cámara, con el realizador cambiando la tonalidad de las pantallas a rojo nos hacían entrar de lleno a la canción, y transmitirnos toda la fuerza que ella derrochaba por el escenario. Su show fue cantado por seguidores nuevos y antiguos, ya que hubo tiempo para cantar Sana Sana y Business Woman, además hizo disfrutar a los que no la conocían por el talento que todos los artistas demostraban sobre las tablas.


Natos y Waor llenaban el Stage 1, sin envidiar al lleno de Pixies, y es que los Hijos de la Ruina, su formación con Recycled J, iban a unirse. Antes de ello cantaron temazos como Por Ti, Septiembre y Caminaré, que nos hicieron emocionarnos al ver a un público tan entregado que nos hizo sentirnos arropadas desde el primer compás. De repente, entró Recycled J con Más Alcohol, el single que anunciaba hace un tiempo el regreso de HDLR, seguido de Nosotros robándonos un grito con la frase: »Somos hijos de la ruina, cabrón (uh)». Estábamos en completo apogeo cuando Sudores Fríos empezaba a sonar, creo que en ese momento iba a implosionar de la emoción, es una de las canciones favoritas de los seguidores del trío.



En este momento tuvimos que dividirnos entre La M.O.D.A y Recycled J, y como no había tenido suficiente me fui volando al Stage 6: Amazon music, dispuesta a ver como Jorge (Recycled J) hacía el que fue para mí, el mejor show del Mad Cool. Selecta, el dj del artista comenzaba a pinchar mientras que entraba toda la banda a ritmo del dance más bailable de la capital y con Maravilla: Jorge aparecía verificando que es la octava maravilla, porque con solo una canción hizo retumbar a todo el Stage (se le quedaba pequeño). Daba las buenas noches y las gracias a Madrid porque Carabanchel, su ciudad, le ha dado todo, por eso Raíces fue la siguiente en hacernos saltar. 40 noches, siendo una de las novedades fue de las más coreadas, algo que hizo sonreír a Jorge y disfrutar mucho más de un temazo tan loco. Hubo un momento remember que a los que llevamos escuchándole más tiempo nos hizo recordar momentos muy bonitos con canciones como Aunque Digan que Yo y Bambino, provocándonos el desgarrarnos la voz cantando desde las entrañas a un amor perdido. Como parche final A tu Lao, fue vitoreado como un himno por todos los que entramos al Stage 6 y parte de los que se quedaron fuera, haciéndonos ver que no hace falta una enorme banda para tener un buen directo.

Mientras esto sucedía, yo (Eva) estaba en el escenario de al lado, la carpa llamada «The Loop, powered by Iberdrola», disfrutando del directo de La Maravillosa Orquesta del Alcohol, La M.O.D.A., que venían desde Burgos dispuestos a darlo todo y a hacernos saltar con temas como Un lunes o La Molinera, pertenecientes a su último trabajo, «Nuevo cancionero burgalés», pero sin olvidar himnos clásicos de la banda, como La Inmensidad o Mil Demonios.



Entonces, llegaba Una canción para no decir te quiero y la gente enloquecía gritando aquello de «escenario principal» al más puro estilo Sonorama, a lo que David respondía que «el escenario principal seguro que es la hostia pero nosotros estamos felices de estar aquí». El público vitoreaba y celebraba su respuesta a la par que se sucedían más canciones como Vasos vacíos, La Vieja Banda, Catedrales, o PRMVR, que nos hacían viajar al pasado mientras no dejábamos de cantar y saltar en ningún momento.

El final llegaba, como no podía ser de otra manera, de la mano de 1932, Héroes del sábado y Mañana voy a Burgos, una de las canciones más exitosas de su nuevo trabajo. Y es que si hay algo que caracteriza a La M.O.D.A. es que nunca olvidan sus orígenes y siguen llevando a su tierra por bandera por donde quiera que pisen.

Gracias, chicos, por poner el mejor final posible a esta gran edición del Mad Cool, en la que hemos bailado, cantado, llorado (de emoción), reído y sobre todo disfrutado de la música como protagonista. Cinco días intensos, emotivos, muy ajetreados, pero que sin duda alguna han merecido mucho la pena. Esperamos que os haya gustado nuestra forma de contarlo y, por supuesto, GRACIAS, Mad Cool, por tratarnos tan bien a la prensa (la zona de prensa era una maravilla). ¡Y nos vemos el año que viene!
Deja una respuesta