Parece que poco a poco la capital se vuelve a llenar de música en directo. En concreto, las salas van retomando la actividad de forma progresiva, incluso algunas lo llevan haciendo desde hace ya unos meses, como Contraclub o la Siroco, donde el pasado 20 de marzo Hermana Furia nos presentaba su nuevo disco, «Todo mal», que verá la luz muy pronto.
Era la tercera vez que colgaban el cartel de SOLD OUT en la Siroco, y es que esta fecha era el pase vermú de los dos anteriores que tuvieron lugar el 26 de febrero. Al principio podría descolocar un poco eso de ir a un concierto de rock en pleno mediodía pero la verdad es que la energía que se formó en la sala tanto por parte de la banda como por parte del público, nada tenía que envidiar a un concierto nocturno. Además, creo que hablo en nombre de todos los asistentes cuando digo que nos dejaron a todos bien arriba para el resto del día.
Sin hacerse mucho de rogar, el grupo formado por Nuria (voz y sintes), Edu Molina (guitarra, voz, sintes), Pau C. (bajo, coros) y Tweety Capmany (batería, coros) salieron al escenario dispuestos a darlo todo y desde luego que cumplieron su objetivo, ya que me consta que a más de uno nos dieron unas ganas locas de levantarnos y ponernos a bailar, aunque obviamente esto no es posible debido a la situación actual del COVID-19, así que tuvimos que conformarnos con mover la cabeza y los pies desde la silla. Aun así, tanto ellos como nosotros lo disfrutamos de principio a fin, haciendo que se palpara en el ambiente las ganas de concierto y de olvidarnos por un instante de todo lo que estaba pasando fuera.
Durante el concierto, Hermana Furia nos fue desgranando «Todo mal», su álbum de presentación, que como bien nos adelantó Edu Molina tiene prevista su salida para después del verano. Como no podía ser de otro modo, Grita con furia fue el tema elegido para abrir boca, ya que fue el primer single que conocimos de la banda. Un tema potente y directo que demuestra todo su potencial. A este tema le siguieron otros como Matar a alguien, Espiral, Dame vida o Estoy aquí.
Sin duda, habían venido dispuestos a reventar la Siroco con esa sucesión de temazos y sin darnos apenas tiempo de recuperarnos entre uno y otro. Algo muy bueno de Hermana Furia es que todos aportan y suman al directo. La complicidad, la diversión y el disfrute entre los cuatro se hace palpable desde el minuto uno, calando así entre el público y haciendo que nos sintamos como uno más de la banda.
Tras esta gran carta de presentación, llegaron más temazos como Noche en vela y Locxs, que dieron paso a uno de los momentos álgidos del concierto con Salem, canción que ya conocíamos gracias a la fiesta que organizó su sello, Entrebotones, en la que participaron todas sus bandas, entre ellas Hermana Furia, que acababa de empezar prácticamente su andadura. De hecho, algo que me llamó la atención es la gran evolución del grupo desde ese momento hasta ahora, donde han conseguido un sonido más complejo, personal y compacto, con una personalidad mucho más definida.
La traca final estuvo compuesta por Soy la tormenta (por ahora una de mis canciones favoritas), Morse (el segundo single del disco, que sale el próximo 9 de abril) y Pie fuera, el trío de ases perfecto para dar paso a Vidas de cristal y terminar el concierto por todo lo alto, dejándonos a todos los asistentes con ganas de más. Lo que está claro es que Hermana Furia ha llegado para quedarse así que ójala pronto podamos disfrutar de un concierto suyo sin restricciones para poder bailar, saltar y darlo todo, aunque mientras llega ese momento seguiremos disfrutando de ellos aunque sea desde la silla. Gracias Hermana Furia por esa gran lección de rock que nos disteis, gracias Entrebotones y gracias a Silvia Cantero, de Cuestión de Medios, por contar con nosotros una vez más y descubrirnos a este gran grupo que dará mucho que hablar este año y los venideros.
En Clave de Indie 
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