Si algo bueno tiene esta «nueva normalidad» es que están surgiendo iniciativas de lo más interesantes con nuevos formatos en directo en los que se busca sobretodo la cercanía y el contacto con el público (no literalmente, obviamente, ya que hay que mantener la distancia de seguridad). Desde conciertos en autocines, en streaming desde casa o conciertos acústicos con aforo reducido, todos ellos buscan que el artista pueda seguir comunicándose con su público a pesar de las circunstancias.
No voy a entrar a opinar sobre la situación actual porque eso daría para un post aparte, pero habiendo acudido (e incluso organizado) a varios de estos nuevos conciertos en plena pandemia, está claro que es más seguro hoy en día ir a un concierto que tomar algo en una terraza o viajar en transporte público. Pero en fin, centrándonos en el objetivo de este artículo, hoy os quería hablar de las Tiny Sessions, un proyecto que surge por amor a la música y que auna el respeto al artista con lo íntimo de la experiencia, ya que solo unos pocos afortunados pueden acudir a cada sesión.
Hace ya unas semanas desde que se inauguró la primera Tiny, en concreto, tuvo lugar en la librería Los Pequeños Seres (C/ Ribera de Curtidores, 37) de Madrid, pero no quería perder la oportunidad de contaros mis impresiones para que os animéis a acudir a la siguiente. Un lugar mágico y con encanto para acoger una tarde tan bonita de música en directo. Los protagonistas de esta primera sesión fueron Celia es Celíaca, a las 18:00h, y Milena Brody, a las 20:00h. En mi caso, el trabajo solo me permitió ir a ver a Milena pero espero poder disfrutar de Celia es Celíaca en otra ocasión, ya que también me habría gustado verlos.
Antes de entrar en detalles del concierto, hay dos aspectos que me gustaría destacar: la púa que te dan nada más llegar para que puedas canjearla por una consumición (en mi caso, opté por la cerveza artesanal de Golden Promise, marca que colabora en el proyecto, y que os recomiendo que probéis); y el segundo, la decoración tan bonita del local que ayudaba crear la atmósfera necesaria para disfrutar de la música como se merece.
En cuanto a Milena Brody, debo admitir que no la había escuchado antes de la Tiny pero me dejó impresionada con su voz y también con su desparpajo sobre el escenario. Además, en cada silla había un sobre que contenía Boomerang, el último Ep de Milena, y una frase de una de sus canciones. Y es que como explicó más tarde, quería que cada uno de nosotros viviéramos un momento único cuando cantara la frase de la canción que nos había tocado.
Sobre los temas con los que nos deleitó, pudimos disfrutar, acompañada a la guitarra por Miguel Sempere, de Unusual Feeling, Boomerang, que da nombre al disco, o U.B.S, además de algunas canciones nuevas o inéditas que acababa de componer, como Noto, compuesta durante la cuarentena a raíz de diez palabras que les había pedido a sus seguidores previamente. Aunque sin duda, dos de los momentos más emotivos y especiales del concierto fue cuando tocó la viola en uno de los temas o cuando, ya cerca del final, cantó un fragmento de una canción acompañada por su madre, que había acudido a verla. Fue un concierto corto pero intenso y que nos dejó con ganas de más, de volver a ver a Milena y de disfrutar de una nueva Tiny Sessions, que esperemos que llegue muy pronto.
En Clave de Indie 
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