El pasado 2 de marzo estuvimos en la presentación de ‘Longitud de onda’ en Madrid, y aquí estamos para contártelo.
El día se presentaba lluvioso provocando que las horas de cola fueran más duras de lo normal, pero sin duda la espera mereció la pena. El concierto lo abrió Caloncho, mostrándonos su vena mexicana de la mano de su guitarrista. Las cinco canciones que tocaron sorprendieron con creces a todo el público, ya que eran divertidas, diferentes, buenas y bailables, lo que hace que tenga más mérito ya que fue en acústico.
A las 21:10 entraba la banda de Carlos Sadness al escenario, empezaron a tocar lo que parecía ser Hale Boop, y de repente aparece ese indie que amenaza con matarte después de peinarse. Todo el público empezó a saltar y a cantar a pleno pulmón. La Riviera no podía recibirle de mejor manera, y es que sabía lo que iba a presenciar. Después de este gran comienzo, Carlos paró y dio las gracias, en ningún momento se podía imaginar que su público se hubiese aprendido de arriba a abajo Hale Bopp pero así fue para su sorpresa.
El concierto continuó con canciones como Te quiero un poco, Semitransparente, Pompeia, Relámpago y demás éxitos que encontramos en su último trabajo, Diferentes tipos de luz. Carlos no paraba de repetir que le sorprendía que en menos de una semana las canciones estuviesen aprendidas y sólo daba las gracias una y otra vez.
También hubo espacio en el repertorio para canciones de sus trabajos anteriores como Miss honolulu, Monteperdido, Días Impares, Hoy es el día y muchas otras más. Sumando en total un setlist de 23 canciones.
Fue un concierto mágico, ya que todos, músicos y público, compartíamos la misma sensación, de no querer que se acabara. Notando esto, Carlos, decidió hablar por todos nosotros diciendo que por él se quedaría toda la noche y que guardaría en sus retinas ese momento tan increíble. Al final compartimos dos horas y media preciosas, llenas de sueños, felicidad y diversión.
Gracias por aquella noche, Carlos.
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