El fin de semana pasado cerramos la temporada de festivales veraniegos con el Dcode y podemos asegurar que fue un cierre de temporada por todo lo alto. La jornada comenzó pronto, así que tocaba madrugar un poco y prepararse para ver a los primeros grupos del día.
Los encargados de inaugurar el escenario 3, conocido como el «escenario de la carpa», fueron Holly Bouncer, que animaron al personal con su rock mezclado con psicodelia y los matices de voz de su cantante. Tras los catalanes llegó el turno de Miss Caffeina, que como siempre ofrecieron un show exquisito haciendo que los festivaleros más madrugadores corearan sus canciones como «Detroit», carta de presentación de su último trabajo, o «El rescate», o como ellos mismos dicen, su versión del reggaeton, sin olvidarse tampoco de los temas de sus trabajos anteriores.
Nos hubiera gustado que cantaran «Oh sana» con Iván Ferreiro, que actuaba a continuación, pero no pudo ser, así que esperamos poder disfrutar de los dos juntos en el fin de gira de la banda madrileña (aun quedan entradas para el día 9 de noviembre por si os animáis). Aun así, Iván salió al escenario con mucha fuerza y supo conquistar al público a pesar de las horas, que sobrepasaban las dos de la tarde, y ofreció un concierto matutino que, sin duda, nos dejó un buen sabor de boca. Él recalcó que estaban encantados de tocar a estas horas, cuanto había de cierto en ello nunca lo sabremos. La sorpresa fue ver aparecer a Dani Martín (con el pelo azul o verde, no lo tenemos claro), con el que cantó «El equilibrio es imposible» y con el que hubo beso en la boca incluido.
Tras los conciertos matutinos, nos marchamos a casa (a la nuestra, no a la de Iván Ferreiro, aunque no nos importaría visitarla) a comer y a reponer fuerzas. Bueno, y también a cargar los móviles, que con tanto instagram, tanta historia e incluso nos atrevimos a hacer un directo, los teníamos bajo mínimos y aun quedaba mucha jornada por delante. Es lo que tiene vivir a 10 diez minutos de Ciudad universitaria, un lujo vamos.
Regresamos al recinto a tiempo de ver a Daughter, un grupo del que nos habían hablado muy bien y no se equivocaban. Para los que no los conozcáis os podemos contar así como anécdota que varias de sus canciones han formado parte de la BSO de series como Anatomía de Grey, Teen Wolf, Arrow o The Originals. Quizá hubieran sonado mejor en alguno de los escenarios principales pero aun así dieron un buen espectáculo.
Nada más terminar el concierto de los londinenses, nos fuimos corriendo al escenario 2 para coger buen sitio para uno de los platos fuertes de la noche. Liam Gallagher salía a escena con su banda y a pesar de que su vestimenta fuera más propicia para salir a pasear al perro el domingo por la tarde que para dar un concierto no decepcionó. Toco la pandereta, las maracas, interactuó con el público y qué mas podemos decir, es Liam, hay que estar allí para entenderlo. Terminó el concierto con «Wonderwall», como no podía ser de otra manera, protagonizando uno de los momentos más épicos del festival con todo el mundo cantando eso de «because maybe, you’re gonna be the one that saves me, and after all, you’re my wonderwall…».
La noche avanzaba y llegaba otro de los conciertos más esperados, al menos para la que escribe, de la jornada. Band of horses, soberbios, sublimes, los adjetivos se quedan cortos para el concierto que se marcaron. No era la primera vez que pisaban el festival (estuvieron en la primera edición en el año 2011), pero en esta ocasión se superaron. Con «The Funeral» consiguieron crear un ambiente tan especial, sobretodo en la primera parte de la canción, que hicieron que por un momento a todos los que allí nos encontrábamos se nos olvidase el resto del mundo. ESPECTACULARES, en definitiva.
Pausa para cenar y aquí debemos hacer un inciso, muchas colas y precios un poco excesivos, Entendemos que los precios de los festivales no tienen nada que ver con lo que te puedes encontrar fuera pero hemos estado en otros con precios mucho más asequibles así que esperemos que tomen nota de esto para el año que viene. Ah, y que vuelvan a dar pulseras como en la primera edición para poder entrar y salir sin problemas, por favor. Fin de la cita del inciso.
La jornada no hacía más que mejorar y aun quedaban tres grandes conciertos por delante, Interpol, Franz Ferdinand y The Kooks. Creo que sobran las palabras, fueron una auténtica pasada. Cada uno a su manera supieron enloquecer al público al punto de que ya no se distinguía un escenario de otro. Interpol ofrecieron un directo impecable en el que presentaron su primer albúm «Turn On The Bright Lights», Franz Ferdinand hizo vibrar a todos los asistentes con su «Take me out» y The Kooks estuvieron magníficos y consiguieron levantar a todo el personal con temas como «Ooh la» o «Shine on» por nombrar algunos.
Para terminar la noche, nos fuimos a ver a Varry Brava y para no variar el escenario se convirtió desde la primera nota en una verdadera fiesta. Óscar, Aaron y el resto de la banda se entregaron por completo desde el minuto uno y eso se nota. No paramos de bailar ni cantar en todo el concierto en el que sonaron «Fantasma», «Chicas», «Playa» o «Sonia y Selena» por mencionar algunas de sus canciones. Fue un gran fin de fiesta, eso desde luego, aunque con ellos es imposible no venirse arriba.
La intensa jornada llegaba a su fin con Yall y ElyElla DJ`s, que fueron los encargados de poner el broche de oro a una magnífica edición. Y así, tras una lucha encarnizada que ni en los Juegos del Hambre para conseguir un Cabify, tocaba volver a casa y descansar tras un día agotador pero que sin duda alguna mereció muchísimo la pena y volveríamos a repetir sin pensarlo.
¡Nos vemos en DCODE 2018!
Texto y fotografías por Eva Jiménez & Pedro de Heidi (@heididepedro)
En Clave de Indie 
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