Una noche alegremente nostálgica con The Kooks

Para comenzar la noche, no podía ser menos el sold out que The Kooks ha registrado en este concierto y en muchos que le siguen a la ciudad de Madrid en esta gira.

Con guitarra en mano apareció Luke sobre el escenario para dar comienzo a los primeros rasgueos inconfundibles de Seaside, la primera pista de este prolífico álbum. Solo The Kooks podría empezar un concierto con una canción de amor relativamente lenta para atraer a la multitud al inicio del show que allí nos esperaba esa noche.

Luke solo ante un público que coreaba junto a él cada una de las estrofas, dando paso después al resto de la banda y comenzando al más puro estilo cañero con See the world, con la que el público cambió la dinámica de baile y supimos que estábamos a punto de ver el mundo de una manera diferente, incluso si esa vista estaba ligeramente obstruida por lo que parecía un millón de personas allí reunidas, pronto comenzamos a sentir el calor de los focos y la adrenalina que solo Luke sabe transmitir con su voz.

Golpe tras golpe obligó a toda la sala (incluida yo misma) a saltar como locos sin importar si podías ver o no, ya que cinco segundos después te encontrabas bailando alimentado por una nostalgia exuberante. Y de ahí pasamos por Sofa Song, con un sonido fuerte de guitarra y un ritmo que solo The Kooks sabe como hacer vibrar en un escenario. Por supuesto, una de las mejores cualidades de The Kooks es que conoces su música desde la primera nota.

Pasando por Eddie’s Gun, paró para hablar con el público, y agradecer los tantos y tantos años que llevamos apoyándolos y estando ahí incondicionalmente. Y por ello no podían no celebrarlo esta noche sin cantar la mítica y famosa canción de Ooh La, con la que el público enloqueció por completo y donde Pritchard gritó que «vamos a tocar todo el maldito álbum, si no os importa». Y evidentemente no nos importó ni un poco que quisieran tocar todo el álbum. Creo que muchos de los allí presentes hubiéramos deseado pasar toda la noche con The Kooks.

Pasando por las canciones de You Don’t Love Me, She Moves in Her Own Way, Connection, Cold Heart, I Want You, Jackie Big Tits, el concierto iba cada vez aumentando la emoción de todos los allí presentes, y como para no estarlo, con el increíble y registro único de la voz de Luke, y ese sonido inigualable de bajo, batería y guitarra que solo The Kooks ha sabido dar al mundo indie en el escenario durante 18 años.

Con Do You Wanna, el grupo nos regaló un gran duelo de guitarras, encaminándonos hacia el final del concierto y dejando atrás después Luke su guitarra eléctrica para enfundarse nuevamente la acústica y deleitarnos con Got No Love. Era el momento perfecto para bajar un poco las revoluciones después de tanto cantar y bailar al ritmo de la canción anterior.

Entonces, llegaba el momento de la despedida, en la que Luke en nombre del grupo nos daba las gracias a todos, diciendo que sin duda nos quieren y que somos los mejores fans del mundo. Con la canción Junk of the Heart (Happy) daba fin el concierto, aunque no sin antes regalarnos un maravilloso bis.

Volviendo al escenario ante los gritos del público de «OTRA! OTRA!» comenzaron con la canción de Matchbox, seguida de No Pressure, y finalizando así este exitoso concierto y lo que está claro que será una gira inolvidable para The Kooks, con la canción más popular y conocida de la banda, la cual siempre llevaremos en nuestros corazones, Naive.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Web construida con WordPress.com.

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: