El pasado 4 de noviembre teníamos una cita muy especial en la Sala El Sol. Ahora que tantas bandas veteranas están anunciando su retirada, necesitamos más que nunca nuevas promesas que tomen el relevo. Y una de esas nuevas promesas es, sin lugar a dudas, Ultraligera. Los madrileños llevan apenas dos años de formación, pero ya en este tiempo han actuado en numerosos festivales y salas de nuestro país, siendo la Sala El Sol el lugar elegido para poner punto y final a la gira de su primer EP, «Europa», antes de sumergirse en la grabación de su disco debut.



Un disco del que pudimos conocer de primera mano algunos de sus adelantos y, os aviso desde ya, que prometen mucho. Pero empecemos por el principio, ya que no quisieron estar solos en una noche tan especial. Por eso, llamaron al Power Trío formado por Dani Losa (voz), Rodri Ayaso (teclado) y Henry Semler (guitarra eléctrica), para que caldeasen el ambiente y el público fuese entrando en calor a ritmo de su peculiar mezcla de soul, R&B y jazz con letras pegadizas y atrayentes para todo aquel que las escucha. Fue un concierto breve pero intenso, en el que interpretaron algunos temas con títulos de lo más originales como Cereales o Colacao, siendo este uno de los más aclamados por el público.

Tras este gran aperitivo, llegaba por fin la hora del plato fuerte de la noche y Gisme (voz), Coque (guitarra), Santiago Urruela (bajo) y Martín Aparicio (batería), es decir, Ultraligera, salieron a escena dispuestos a darlo todo, y desde luego, que cumplieron todas las expectativas. Con La Sol llena hasta la bandera, nos ofrecieron un show compacto, enérgico y en el que todos y cada uno de ellos se dejaron la piel para que nos fuéramos a casa con ganas de más y muy buen sabor de boca.

Empezaron fuerte con Si tú supieras, un tema que una vez que lo escuchas es imposible sacártelo de la cabeza y que demuestra a la perfección las intenciones de la banda, que no son otras que el público se lo pase bien tan bien como ellos en el escenario y que no dejemos de cantar y saltar en todo el concierto. Algo que se cumplió a rajatabla en en el siguiente tema, Hasta el fondo, antes de comenzar a presentar algunas de las canciones que formarán parte de su nuevo disco, como Silla de mimbre, donde hay que destacar especialmente la guitarra de Coque, o Tren Bala Pekín, donde bajaron un poco las revoluciones, aunque brevemente, ya que enseguida retomaron la senda enérgica que estaban siguiendo durante todo el concierto para llevarnos de Festival, tema que recuperaron de su antigua formación, MAGARA. Aquí hay que mencionar también la entrega de Santi, el bajista, durante toda la noche, ya que no dejó de darlo todo de principio a fin.

La noche continuaba y más canciones se sucedían sin apenas darnos un respiro. Gisme, que apareció ataviado con una sudadera y gafas de sol, no tardó en deshacerse de ambas, ya que el calor se iba incrementando por momentos entre los saltos y el griterío del público. Otras de las canciones nuevas que presentaron fueron La debilidad y Nunca nadie, antes de dar paso a uno de los momentos más especiales del concierto: Europa. La canción que da nombre al primer EP de la banda, era interpretada primero en acústico, con tan sólo Gisme en el escenario, acompañado al chelo por Pablo, con quien también compartió la canción anterior, para continuar después con el resto de la banda al completo sobre las tablas. Ver a todo el mundo cantando esta canción al unísono con tanto sentimiento, debió ser un momento muy bonito para ellos, así como lo fue para los que pudimos vivirlo en primera persona.



Entonces, las revoluciones volvían a subir y nos presentaban otra canción nueva, Pelo de foca, que se había estrenado pocos días antes en Radio 3 y suena muy pero que muy top. También hubo tiempo para las versiones, y es que no podía faltar una de las canciones más de moda de los últimos tiempos, De música ligera, de Soda Stereo, que todos coreamos junto a la banda. El final se acercaba pero antes cerraban este primer bloque con Que no te joda y Mala Manía, su último single, con el que público terminó de enardecerse por completo, preparándose para el clímax final que se avecinaba.

Tras abandonar el escenario, volvieron a salir poco después para interpretar dos de las canciones más exitosas del grupo a modo de bises, Recuerdos del Baile, para la cual, Gisme no dudó en ponerse la máscara veneciana que lleva en el videoclip de este tema, y concluir por todo lo alto con Mierda de fiesta, con guiño a Oasis y su Wonderwall incluido. Aunque en este caso, no fue para nada una «mierda de fiesta», si no todo lo contrario, así que muchas gracias por invitarnos, chicos. ¡Nos vemos en la próxima!