Sin duda, la semana pasada fue una gran semana en cuanto conciertos se refiere y es que estos días hemos podido disfrutar de numerosas y variadas citas musicales de las que os iremos hablando poco a poco. Uno de esos planes que no nos podíamos perder son, por supuesto, las Basik Sessions, de las que ya os hemos hablado en anteriores ocasiones, pero es que es una cita ineludible para los amantes de la música en Madrid. ¿Qué mejor que una tarde-noche de viernes (o sábado, como este caso) rodeado de buenos amigos, tomándote una cerveza y descubriendo grupos nuevos mientras tanto?
Sí, habéis leído bien, en esta ocasión, fueron un sábado en vez del viernes, como suelen ser habitualmente, y la verdad es que el público respondió muy bien al cambio de día, llenando el Espacio Muelle 36 (C/ Hilarión Eslava, 36), que se ha convertido por derecho propio en hogar y sitio emblemático de las Basiks.
Una novedad respecto a otras ocasiones, es que cuentan con un nuevo patrocinador, DFlow, fabricante de accesorios de audio, como los auriculares por bluetooth dFlow One, que se podían adquirir durante el evento a un precio especial.
Esta vez se podría decir que íbamos un poco a ciegas, sin saber muy bien que nos íbamos a encontrar, ya que no conocíamos más que de oídas a los grupos que formaban parte del cartel, pero lo bueno de las Basiks es justamente eso, dejarte sorprender y conocer nuevas propuestas emergentes de muy variados géneros y estilos. Y una vez más, no nos defraudaron.
La encargada de romper el hielo y abrir la tarde fue Andrea Dawson, cantante madrileña de origen británico que acaba de estrenar hace poco Payback, su primer trabajo en solitario. Con claras referencias al R&B y a la música urbana, nos conquistó a todos no solo con su gran voz, si no también con el flow que desprendía sobre el «escenario», a pesar de confesar que estaba un poco nerviosa y que cuando cantaba solía abstrarse y meterse en su mundo.
Aun así, y acompañada por el teclado y la guitarra, supo transmitirnos a la perfección cada sentimiento y emoción que quería expresar en las canciones de su EP, que como ella dijo iba a tocar en orden. Entre los temas de su nuevo trabajo, hay que destacar High, que fue el adelanto de Payback y que ha superado más de 20 mil visitas.
La tarde continuó con The Amsterdammers, que con su desparpajo y su buen rollo consiguieron hacerse con el público desde el minuto uno. Se notaba la complicidad que había entre ellos y eso se transmitió a todos los asistentes, disfrutando tanto ellos como nosotros del acústico que nos estaban regalando.
Como bien nos dijeron, su propuesta suele ser mucho más movida, más enchufada, y desde luego nos dejaron con ganas de más, sobretodo de ver bailar a Santi, el teclista, así que tendremos que verlos en un concierto eléctrico para comprobarlo.
Durante el concierto, nos deleitaron con canciones como Eternity, perteneciente a su último EP, Things We All Should Know, lanzando en mayo de este año, y que está dedicada a la amistad según nos contaron, o I don’t want to be like you, de su trabajo anterior.
Cerraba la noche el músico y cantautor irlandés Pedraig O’Connor acompañado por su banda en este nuevo proyecto, incluyendo violín y contrabajo, quienes pusieron el broche de oro a una gran tarde noche de buena música y buena compañía con temas como The best and worst. Como ya os hemos dicho, si aun no habéis ido a una Basiks, no sé a que estáis esperando, si te gusta la música y descubrir nuevos grupos y que pasa en la escena musical de Madrid, hacernos caso y no os vais a arrepentir.
Podéis consultar las próximas fechas y haceros con vuestra entrada (o suscribiros a su nuevo plan premium) en: https://basiksessions.com/.
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