Ayer vivimos un concierto de los que marcan, de los que dejan huella, de esos que sabes van a suponer un antes y un después en tu vida. La vida antes y después de Love of Lesbian. Y es que ya os hemos dicho en varias ocasiones que los lesbianos son uno de nuestros grupos referentes en el panorama indie nacional. No solo por sus canciones o su excelente calidad musical, si no por lo que transmiten en directo, en persona, y es que hay pocos grupos que consigan crear esa comunión, esa cercanía y ese cariño con el público como hacen ellos.
Ayer lo demostraron una vez más en el Teatro Circo Price de Madrid y encima con doble, o mejor dicho, triple mérito. Si el viernes ya lo dieron todo con el primer concierto de los tres que iban a ofrecer para celebrar el 20 Aniversario de la banda, en los dos de ayer no podía ser menos. De hecho, Santi nos confesó al principio del mismo que uno de los objetivos que se habían marcado era que no se notara que ya habían dado otro concierto por la tarde y desde luego lo cumplieron con creces, saliéndose en el último, que fue al que acudimos nosotras.

Carta a todas tus catástrofes fue la canción elegida para abrir la noche y dar comienzo a dos horas llenas de magia y buena energía tanto por parte de Santi y los suyos como por el público que tampoco dudamos en entregarnos desde el minuto uno. Aunque echamos de menos algunos temas, hay que decir que hicieron un repaso bastante acertado por toda la discografía del grupo, sin olvidarse por supuesto, de su último trabajo, El Poeta Halley (2016). Los grandes clásicos de la banda como Maniobras de escapismo y Noches reversibles se intercalaban según se sucedía la noche con temas más recientes como Cuando no me ves, carta de presentación de este último trabajo.

Entonces, llegó uno de los momentos más emotivos y más bonitos de la noche y es que todo el Circo Price se llenó de estrellas, con móviles y luces en alto, para viajar a Universos infinitos, canción con la que consiguieron emocionarnos a más de uno, las cosas como son. Casi sin recuperarnos de este momentazo, Santi nos presentó a la primera invitada de la noche, Zahara, con la que compartió Domingo astromántico, y ya de paso nos hicieron echar de nuevo alguna que otra lagrimita. Incluso cuando acabó la canción la propia Zahara nos contaba que la primera vez que la cantaron juntos estuvo llorando media hora después de la emoción y que ahora iba por el mismo camino. Y es que, si tu magia ya no me hace efecto, ¿cómo voy a continuar?. Fue tan bonito ver dos voces y un mismo corazón sobre el escenario.
Poco después le llegaba el turno a Rayden, que acompañó a Santi para cantarnos Wio, donde pudimos ver la gran complicidad y la verdad que ambos desprendían en el escenario a pesar de ser, según nos dijo Santi momentos antes, el primer encuentro personal que habían tenido entre los dos así que esperamos verles colaborar más de nuevo a partir de ahora.
Aun quedaba mucha noche por delante y muchas emociones por vivir, como cuando Santi no pudo evitar emocionarse al cantar Un día en el parque, después de felicitar a su hija la mayor, que acaba de cumplir 14 años, y Julián tuvo que salir «al rescate» y de paso aprovechar para dedicarle unas bonitas palabras a su amigo. O como cuando escuchamos casi en primicia El astronauta que vio a Elvis, canción que han compuesto para la película Memorias de un hombre en pijama, para la que además nos pidieron que nos pusiéramos guapos porque iban a grabar el videoclip justo en ese momento. Es que es muy difícil explicar un concierto de Love of Lesbian con palabras, es de esos conciertos que tienes que vivir al menos una vez en la vida.

El final se acercaba muy a nuestro pesar y la banda desplegaba todo su arsenal con varios de sus hits como Allí dónde solíamos gritar, 1999 o Belice antes de dar paso a uno de los más esperados de la noche, Club de fans de John Boy. De John Boy no sé, pero de los que nos declaramos fans a más no poder es de ellos y es que menudo concierto que nos estaban regalando, de esos que sabes que no vas a olvidar en la vida y que se te quedará marcado a fuego para siempre.
Con Los toros en la Wii (Fantástico), pudimos disfrutar a Santi bien de cerca y es que no dudó en bajarse del escenario hasta el foso para regalarnos un momentazo de verdadera comunión público-grupo con todos coreando eso de «fantástico, parapaparapa…» y en el que aprovechó para marcarse una mini versión de Lobo hombre en París Madrid. En la traca final nos vacíamos por completo y nos dejamos llevar con temazos como Oniria e insomnia, Incendios de nieve y Bajo el volcán para cerrar el concierto por todo lo alto con Planeador.
Como ya hemos dicho, Love of Lesbian es un grupo que hay que ver en directo al menos una vez en la vida. Cuando una banda consigue llegar a tanta gente y mover tantos corazones es por algo y ellos son una de esas bandas. El propio Santi nos confesaba al final del concierto, que a veces es duro, porque es una profesión que te exige estar mucho tiempo fuera de casa, de gira, te pierdes cumpleaños o momentos especiales con tus seres queridos, pero también nos aseguraba que viendo nuestras caras de ilusión, las sonrisas, al vernos emocionarnos con las canciones, todo eso merecía la pena. Y eso es de ser muy grande, y también se hace extensible a ellos, las horas de cola, las esperas, el calor, todo eso vale la pena por disfrutar de uno de los mejores directos que hemos visto este año y que esperamos volver a ver muy pronto.
¡Por estos 20 años y por los muchos más que vendrán!
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