Creo que para empezar debería decir que aquí una servidora es muy muy fan de Love of Lesbian por lo que no puedo ser muy objetiva, pero desde luego puedo deciros que, incluso para aquellos no tan fans del grupo catalán, el espectáculo que se vivió el sábado noche en el Wizink Center fue mágico y emocionante.
«Primeras filas vuestra obsesión». Desde antes de las 10 de la mañana ya había un pequeño número de fans esperando a los pies del conocido palacio de deportes actualmente conocido como Wizink Center. A una, que le gusta disfrutar de la previa, estaba allí a las 12 de la mañana y hay que decir que ya se notaba en el ambiente los nervios y ganas del último concierto en Madrid de esta gira. Además este concierto sería grabado en directo para un DVD que saldrá en primavera y, ¿quién quiere perderse formar parte de eso?
Pasaban unos minutos de las 7 y todos estábamos listos para salir corriendo hasta los pies del escenario (he de confesar que perdí a todos mis compañeros en mi camino impaciente hacia la primera fila). Pero ahí estabamos, tocando valla y como niños que esperan ver la cabalgata de los Reyes Magos. Y en cierta parte así iba a ser, íbamos a ver al mago Santi Balmes.
El «grupo revelación» Mucho empezó a caldear el ambiente y durante una media hora tocaron 6 de sus mejores temas como «Las puertas del infierno», Nuevas ruinas» o el más conocido «Grupo revelación».
Después se hizo el silencio en el escenario mientras unos comentaban el derbi madrileño y otros intentaban hacerse con el setlist de Mucho o adivinar las canciones que tocarían los lesbianos.
Eran poco más de las 9 y se empezó a escuchar una voz, «Qualsevol nit pot sortir el sol» (canción de Jaume Sisa que aparece en el EP Nouvelle cuisine Canibal, Vol. II) sonaba por los altavoces dándonos la bienvenida y poco después empezaba el show. Cámaras listas y ¡acción!
Poco a poco los lesbianos fueron saliendo uno a uno al escenario, Julian, Jordi, Ricky, Uri y Dani, menos Santi, al que solo vislumbramos como una sombra omnipotente en la pantalla central mientras sonaba «Cuando no me ves». Cuando por fin apareció el mago, chistera incluida, se hizo la magia y todo el palacio se llenó de gritos.

¨Ni siquiera el mismo diablo lo haría mejor» y es que después de «Bajo el volcán», en la que Santi acabó por los suelos, empezaron a sonar las notas de «Allí donde solíamos gritar». Este himno de juventud fue coreado por las 14.000 personas que llenaban el lugar. La mezcla de sentimientos, poesía, música y la inimitable voz de Santi Balmes nos dejó al acabar la piel de gallina y sin darnos casi tiempo a recuperarnos, con «Nadie por las calles», la luna bajó y se transformó en una «mirroball» y nos presentaron al trío de viento que les acompañaría el resto de la noche, tres de los chicos de No Reply.
La noche mejoraba por momentos, el grupo recordaba el camino andado hasta entonces y justo en ese momento llegó la anécdota de la noche. Santi anunciaba la presencia de un invitado para el siguiente tema, Coque Malla. Sin embargo, el truco no le salió del todo bien al ilusionista y es que durante casi un minuto el conejo no quiso salir de su sombrero. Santi, algo nervioso por el imprevisto, comentó «es el quinto plantón más extraño de mi vida» y cuando Coque por fin se subió al escenario fue recibido con sonoro «¡maldito cabrón!» y risas y aplausos del público. La voz de Santi y Coque se complementaron a la perfección y a la pregunta final de Santi «¿Ha valido la pena?» solo podíamos responder con una gran ovación a ambos.
Después vino otro momento emotivo para el grupo y equipo. Con «Los seres únicos» recordaban al ex-bajista, Joan Ramon Planell, que dejó el grupo hace unos meses después de más de 20 años y daban las gracias todas las personas que habían trabajado o trabajan con ellos. Esta vez, en las pantallas que servían de apoyo gráfico a cada canción, aparecían las fotos de todas estas personas entre alguna cómica de la propia banda.
Pero si hay un momento especialmente mágico y delicado para mi en los conciertos de Love of Lesbian es cuando empiezo a escuchar los acordes de «1999» (si en el DVD aparece alguna llorona en primera fila que no puede ni cantar es probable que sea yo, ¡hola mamá!). Casi todos los allí presentes podíamos identificarnos con algún verso de esas canciones y es que estos genios saben «hacer del caos un arte». Esta canción, que casi siempre la acaban con unos versos del «Por qué te vas» de Jeannete, enlazada a «2009. Voy a romper las ventanas» supuso, para mi, el momento más triste y bonito de la noche.
«Tú subes el nivel». Y para subir el nivel y el ánimo, dejaron de lado los temas lentos y se metieron de lleno en los temas más fiesteros, lujuriosos y motivadores. «I.M.T» o «Me amo» son el claro ejemplo de ello.

Antes de tocar otro de sus himnos Santi presentaba a la banda, olvidando intencionadamente a Julian, que sería el protagonista del gran tema «Club de fans de John Boy». Julian celebra la victoria de los raros de la clase, de todos aquellos que en algún momento fueron despreciados por ser diferentes y hoy se reúnen en este concierto triunfantes. El público canta a pleno pulmón y cuando acaba la canción se despiden.
Aunque estaba claro que no podía acabar ahí y enseguida salen para un «Segundo asalto». Santi pide la colaboración de todos y en un momento el palacio se inunda de las pequeñas luces de los móviles, creando una escena mágica e íntima (a pesar de la cantidad de personas que nos juntábamos ahí) que acaba emocionando hasta a los artistas.
Prosiguen con la profunda «Oniria e Imsomnia» y después con «Psiconautas» en la que estalla una lluvia de confeti. Para acabar «Los toros en la Wii (Fantástico)» en la que terminan dejando el escenario uno por uno hasta quedar solo Julian, animando al público para que siguiese cantando «Fantástico» incluso cuando ya no estaban.
Pero aún guardaban el gran truco final bajo la manga. La banda volvió con un segundo bis que empezó con un precioso «Incendios de nieve» y al que prosiguió la gran sorpresa de la noche. Santi aseguraba que su mayor intención a través de la música y poesía era descubrirnos esos pequeños poetas Halley que todos los allí reunidos llevábamos dentro. Acto seguido, «El poeta Halley» hizo su aparición estelar y trajo consigo, para asombro y disfrute de todos, a un proyectado Joan Manuel Serrat que recitaba con destreza los últimos versos de esta canción dejando a todos, tanto público como artistas, con las emociones a flor de piel.

Como colofón final a tres horas de magia sin trucos en directo y entre pequeñas lágrimas que se escapaban a muchos de los allí presentes, sobre todo al batería Oriol visiblemente emocionado todo el concierto, el tema que da comienzo al disco, «Planeador» .
«Solo los que allí estuvieron sonreirán». Tantas horas de cola, carreras, sonrisas y risas, lágrimas y gritos tuvieron su recompensa para muchos cuando agradecidos Santi y Jordi se bajaron al foso para saludar. Por mi parte, poder decir gracias personalmente a un grupo que te ha dado tanto es simplemente maravilloso.
El poeta Halley pasó, brilló y se fue por todo lo alto, dejando su estela en los corazones de todos los que vimos este grandioso truco final.
P.D.: Desde @enclavedeindie agradecemos a Luis por prestarnos sus fotos y os animamos a seguirle por redes sociales (@hairpelopo).
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