«Ya descansarás en invierno…» o eso decían Dinero en su mítica canción, aunque en el caso de Madrid es una premisa difícil de cumplir, ya sea invierno o verano siempre hay conciertos que ver o grupos que descubrir, salas que recorrer y directos con los que disfrutar. Madrid nunca duerme y la música (y por tanto nosotros) tampoco.
Uno de los últimos conciertos a los que hemos asistido es al que ofrecieron nuestros queridos Blanco Piñata y The Seventh Floor en el Café La Palma. Un concierto para el que hicieron SOLD OUT y es que había muchas ganas de disfrutar de ambas formaciones en la capital. No es el primer «entradas agotadas» que cuelgan ambos, ya que se han ganado a pulso una buena base de seguidores que les acompañan por cada escenario que pisan.
Y hablando de eso, no podemos menos que aprovechar la ocasión, antes de pasar a contaros como vivimos esa gran noche, que recordaros que Blanco Piñata estarán con nosotros en la segunda edición de nuestro festival «En Clave de Indie Fest 2020», que se celebrará los próximos 27 y 28 de marzo en la sala El Perro de la Parte de Atrás del Coche de Madrid. Junto a ellos estarán otros grandes grupos del panorama emergente como Marsella, Funicular y Los Flamingos. Así que si os quedasteis sin entrada para verlos en su último paso por la capital, corred y haceros ya con vuestra anticipada en Wegow antes de que se agoten.
Centrándonos ya en lo que es el concierto, los encargados de abrir la noche y caldear el ambiente fueron Blanco Piñata, que salieron al escenario con una energía arrolladora y ganas de sobra para hacernos bailar y disfrutar de su música. Y así fue como pusieron la banda sonora perfecta a un año entero, que empezó con Enero, gran despropósito y continuó recorriendo las diferentes estaciones y meses del año, incluyendo el pase instrumental de Febrero, interludio, que representa muy bien el mes en el que nos encontramos, para acercarse poco a poco a la primavera con Marzo, un pacto.
Como bien nos contó Carlos Fernández, su vocalista, durante el concierto, aprovecharon la ocasión para presentarnos «El Disco del Año», y no, no es un premio que les hayan dado (esos son Carolina Durante XD), si no que así es como se llama su último trabajo. Aunque perfectamente podría serlo, ya que contiene verdaderos temazos que todos coreamos y cantamos de principio a fin durante su paso por el Café La Palma. El calor llegó de la mano de Julio, ruta sur, canción que comienza con el sonido de las gaviotas en la playa, y Mayo incalculable, dos de los temas más pegadizos del disco, a mi parecer.
El ecuador del año y del concierto, corría a cargo de Noviembre azul, tema para el cual Carlos Moles, el bajista, salía ataviado con un casco que no sabemos si a propósito o no, recordaba un poco al mítico que todos tenemos en mente de La Casa Azul. La verdad es que con su base electrónica y esa atmósfera mágica que se crea con esta canción, es difícil no dejarse llevar por ella, haciendo que todo el público no pudiéramos dejar de mover los pies en ningún momento.
Llegaba el momento de retroceder al final del verano con Septiembre y Agosto, no he sido yo, donde todos coreamos eso de «Nunca he sido yo…» antes de dar paso al otoño y la caída de las hojas de los árboles con Octubre, la Tormenta Perfecta, que arrasó con todo para terminar haciendo inventario en Diciembre. Toda una montaña rusa de sensaciones y emociones que se vio reflejada a la perfección durante todo el concierto, que fue in crescendo a medida que se acercaba al final. Y es que algo a destacar de Blanco Piñata es la gran conexión que hay entre ellos y también con el público, una energía tan bonita que se mantuvo hasta que abandonaron el escenario. Aunque antes aun tenían dos ases bajo la manga, Ekaina, uno de sus temas más aclamados, y Abril, safari nocturno, con el que terminamos el repaso a este año tan intenso.
Sin apenas tener tiempo de recuperarnos del conciertazo de Blanco Piñata, le llegaba el turno a la segunda banda de la noche, The Seventh Floor. Era la primera vez que los veía en directo, aunque si es cierto que había escuchado con anterioridad alguna de sus canciones, así que no sabía muy bien que es lo que iba a encontrarme. Pero lo cierto es que me sorprendieron demostrando su gran solvencia y su presencia en el escenario. Además, cuentan con un gran número de seguidores que no dudaron en apoyar al grupo durante todo el concierto.
Aparte de su último sencillo, Maverick, un tema bailable y pegadizo, que repitieron al final en los bises ante la insistencia del público, también nos deleitaron con otros temas de la banda, incluyendo algunos nuevos que van a grabar, como nos dijeron, precisamente estos días en Bilbao, ya que han conseguido superar el crowfunding que habían lanzado para poder grabar el EP. Entre ellos, podemos destacar algunos como Si no estás tú, Solo entre la gente, Mi sitio o Nadie en la calle.
Además, se atrevieron con dos versiones, la mítica y conocida Valerie de Amy Winehouse, que lograron llevar de forma muy acertada a su terreno, y Ni tú ni nadie de Alaska y Dinarama, para la cual nos pidieron que cantáramos con ellos. Y es que, ¿quién no se sabe uno de los temas más conocidos de los 80?. Para el final se habían reservado la primera canción que escuché de ellos, Déjate llevar, un tema con tintes disco y con el que es imposible parar de bailar y como dice la canción no «dejarse llevar» por la música. Sin duda, fue un gran concierto en el que ambas bandas, tanto Blanco Piñata como The Seventh Floor demostraron todo su potencial y como poco a poco van encontrando su sitio en el panorama musical actual. Así que hacernos caso y no les perdáis la pista, ya que van a dar mucho que hablar en este 2020. ¡Nos vemos en el próximo concierto!
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